10/03/2011

QI GONG, ejercicios para despertar

Hu Yue Xian

El Qi Gong forma una parte muy importante de la Medicina Tradicional China. Una persona puede equilibrar su cuerpo, emociones, mente y espíritu a través de sus formas, automasajes y ejercicios meditativos cuyo cuerpo de conocimiento está basado en el pensamiento filosófico de la China antigua. Hu Yue Xian ha dedicado su vida al estudio y la práctica del Qigong y la Medicina Tradicional China. Ha querido hacernos llegar esta sencilla práctica destinada a hacer circular el Qi de todo el cuerpo antes de levantarnos y así abordar el día llenos de energía y armonía.

El espíritu del cielo es el sol. El espíritu de la persona es el ojo. Se utiliza el espíritu como guía y el qi o soplo vital para mover el cuerpo. Siguiendo un método establecido, el automasaje de los meridianos del cuerpo ayuda a regular el funcionamiento de los órganos internos. Desde el exterior se regula el interior, y desde el interior se modifica el exterior. Tras años de práctica dedicada de Qigong, se puede evitar la pérdida de visión, la sordera o la caída de dientes, y se retrasa el envejecimiento conservando un aspecto joven y saludable, de tal manera que podemos disfrutar de la vida de una forma sana y natural.

El Qigong es un método de entrenamiento y cultivo personal muy popular en todo el mundo. Si tenemos problemas de salud, con la práctica del Qigong, podemos llegar a curarlos, y si gozamos de buena salud fortalece el cuerpo, estimula nuestro potencial e incrementa la inteligencia. Pueden practicarlo tanto mujeres como hombres de todas las edades.

Tradicionalmente el Qigong se clasifica como una disciplina de gran importancia dentro del campo de la medicina china. La teoría y la práctica del Qigong están basadas en el pensamiento filosófico de la China antigua, los principios del yin y el yang y las Cinco Fases, los síntomas de las Cinco Vísceras y la teoría de los meridianos.

Los conceptos de "esencia" (jing), "soplo vital" (qi) y "espíritu" (shen), los Cinco Movimientos (asociados a las Cinco Vísceras) y los seis tipos de qi, la conexión entre el cielo y el ser humano, también forman parte del complejo sistema teórico y práctico del Qigong.

Según el Qigong el ser humano no sólo se concibe como una entidad corpórea sino que también engloba cada una de las partes del cuerpo, así como su forma y función. La forma, la estructura y la psicología engloban los conceptos de esencia, soplo vital y energía, y se perciben el ser humano, la naturaleza y la sociedad como un todo orgánico, en el que todas las partes se complementan y se influyen mutuamente.

Todos los cambios que se suceden en la naturaleza, así como las diferentes actividades sociales, tienen un efecto claro en la salud y la vida. Practicar Qigong es además una forma de cultivo personal: se cultiva el espíritu primordial (yuanshen), la energía vital (yuanqi) y la esencia en su estado primitivo (yuanjing).

Una vez que el cuerpo rebosa esencia (jing), gozamos de suficiente energía (qi) y el espíritu (shen) está limpio. De esta forma estaremos de manera natural en armonía con todo lo que nos rodea, alcanzaremos un equilibrio personal por los cambios derivados de las actividades sociales y disfrutaremos de buena salud.

Estos métodos taoístas chinos nos permiten mantener un aspecto joven y saludable (zhuyan shu). Por la mañana, al salir el sol, el qi de tipo yang de nuestro cuerpo también comienza a abrirse. Por tanto, el momento más adecuado para practicar Qigong es inmediatamente después de despertar, justo cuando el cerebro no tiene dificultad para pensar, aún no hemos articulado ningún sonido ni comenzado a trabajar, y el qi y la sangre, el yin y el yang se encuentran perfectamente equilibrados y en orden.

El automasaje que se describe a continuación es una forma de Qigong concebida para ser realizada nada más para despertar, antes de levantarse.

Ejercicio nº 1


Concéntrate en el corazón y en el vientre. Apoya la mano derecha sobre el esternón y la izquierda encima, y presiona mientras las haces bajar hacia el vientre. Repítelo 36 veces.

Ejercicio nº 2

Concéntrate en el calor del vientre y guíalo mentalmente hacia atrás, a la altura de la cintura, y a continuación al bajo vientre.

Ejercicio nº 3
Coloca las manos sobre el ombligo y describe con ellas 36 círculos en el sentido de las agujas del reloj (de pequeño a grande). A continuación describe 24 círculos en el sentido contrario (de grande a pequeño).




Ejercicio nº 4


Frota nueve veces la cara interna y otras nueve la cara externa del antebrazo derecho, de arriba abajo y de abajo arriba. Haz lo mismo con el antebrazo izquierdo.





Ejercicio nº 5


Frótate las palmas de las manos nueve veces. Frota nueve veces el canto del pulgar de una mano hasta la muñeca, y después haz lo mismo con el canto del meñique. Repite el proceso con la otra mano.



                                                                     
Ejercicio nº 6

Coloca las manos sobre la cara, con los dedos medio, anular y meñique juntos sobre la nariz, los índices en el ángulo externo de los ojos y los pulgares junto a las orejas. Frótate la cara de abajo arriba y de arriba abajo nueve veces.








Ejercicio nº 7

Frótate nueve veces las orejas, tanto por la cara exterior como por la interior.



Ejercicio nº 8

Golpea suavemente con los dedos nueve veces la zona detrás de las orejas, en los huesos temporales. Para preparar la percusión, el dedo medio se monta sobre el índice, formando una tijera que se abrirá al golpear.








Ejercicio nº 9

Haz chocar los dientes 36 veces. Haz nueve círculos con la lengua hacia la izquierda y seis hacia a la derecha presionando con ella los labios desde dentro.





Ejercicio nº 10

Frota circularmente 100 veces en sentido contrario a las agujas del reloj el centro de la planta de cada pie (punto Yongquan) con el centro de la palma de la mano contraria (punto Laogong).





Ejercicio nº 11

Frótate cada pierna nueve veces desde el tobillo a la rodilla, empezando de abajo arriba, primero la cara interna y después la externa.







Ejercicio nº 12
Lanza cada pierna nueve veces con fuerza como si dieras una patada con el talón.



La doctora Hu Yue Xian se inició en el Qi Gong y la Medicina Tradicional China a través de su padre, Hu Yao Zhen, gran artista marcial versado en las prácticas taoístas y budistas y eminente doctor en Medicina China. Ha dirigido varios hospitales en China y ha sido invitada a ejercer su profesión en otros países como Italia, Libia y Brasil.
 Actualmente tiene su consulta en Barcelona, donde también enseña la práctica del Qi Gong.

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