Tai Chi Chuan, Espiritu y Armonia

Hace no todavía muchos años, a mucha gente les resultaba curioso observar a ciertas personas haciendo unos movimientos muy lentos a cámara lenta en algúna plaza o algun parque por la mañana, aunque luego siempre había algún conocido que había oído hablar algo de ese ejercicio chino llamado Tai chi. El panorama ha cambiado mucho, tanto en América como en toda la Argentina, la práctica del Tai chi chuan se ha extendido muchísimo ya que sus consecuencias sobre nuestra salud son comprobadas diariamente por miles de adeptos.
Cada vez es mayor el número de personas que sienten la necesidad de darle un sentido más profundo a sus vidas, que buscan un método para centrarse y adquirir paz y sabiduría, o simplemente para adquirir mejor salud y bienestar en medio de este mundo tan frenético donde vivimos. El Tai chi, un arte marcial interno proveniente de la China y que tiene sus bases en la filosofía taoísta, nos ofrece una alternativa a esta demanda. Para aquellas personas que deseen aprender/practicar Tai chi chuan y puedan necesitar una pequeña guía, y al mismo tiempo me gustaría que este articulo sirviese para aquellas otras que, aunque ya hayan empezado, tengan algunas dudas. Por supuesto me gustaría dar una respuesta más individual a cada una, así que me he decido por reflejar simplemente mi opinión personal sobre el Tai chi chuan.
Por una parte, para aprender, independientemente de lo que queramos aprender, primero debemos vaciarnos de todo prejuicio o de enjuiciar demasiado, pues ello nos cierra la capacidad de estudiar; deberíamos comportarnos tal como aprenden los niños de sus padres y del entorno, simplemente les imitan, están totalmente abiertos y tienen un alto grado de curiosidad. Esto no quiere decir que aceptemos todo lo que nos ofrezcan sin asegurarnos de que las ofertas que hay en este sector sean presentadas por personas competentes: el principiante que desee iniciarse en este arte, o practica, para cerciorarse un poco de que el profesor, instructor, reúne unas cualidades mínimas para dar clases de Tai chi chuan, puede simplemente hacer preguntas para deducir si tiene mucha experiencia o poca e insistiendo en querer obtener más informaciones como por ejemplo, cuánto tiempo lleva practicando, que estilo de Tai chi chuan ha aprendido, si mantiene contacto regularmente con su maestro y en general hacerse una imagen de esta persona.
De todas formas, para un principiante es muy difícil valorar hasta que punto un profesor, es profesional o solo aficionado, así que tendrá que dejarse guiar también por su intuición y quizás lo más importante es que vea que hay honestidad pues un aficionado o un profesor de Tai chi chuan que esté en sus comienzos, aunque se le vea inseguro, no tiene porque ser malo pues está simplemente adentrándose en un terreno que para él también es nuevo. Estoy convencido de que todo el que trata de enseñar de corazón intenta hacerlo lo mejor posible.
Aprender Tai chi chuan no se puede comparar a realizar unos estudios en una escuela o universidad ya que no estamos tratando con una ciencia exacta, sino que depende mucho de la situación, el interés, la dedicación. También hay que tener en cuenta que, al tratarse de un arte marcial chino con una base filosófica de una cultura lejana a la nuestra, a algunos occidentales les puede resultar de difícil comprensión al principio.
"Un doctor occidental muy culto y estudioso llegó un día a un maestro para preguntarle por la sabiduría y la iluminación espiritual.
El maestro le preguntó si quería una taza de té a lo que el occidental respondió que sí.
A continuación, el maestro comenzó a servirle la taza de té, pero al llegar al borde no se detuvo sino que continuó vertiendo líquido hasta derramar una parte en el suelo.
El doctor, asombrado y exaltado por el comportamiento del maestro, al no entender que sucedía, comenzó a gritarle para que no vertiese más té:
-¿pero, qué está haciendo? ¿No ve que está derramándolo todo fuera?, repuso el hombre.
- Usted es como ésta tasa, llena de té; cree que sabe mucho, está lleno de teorías, dogmas, opiniones y prejuicios.
Quiere aprender mucho de mí, y yo le agradezco que haya hecho un viaje tan largo, pero si no se vacía primero, yo no puedo enseñarle nada."

¿Qué se aprende en el Tai chi?

Existen muchos estilos diferentes de Tai chi chuan aunque todos tienen unas bases muy parecidas y todos provienen y han sido influenciados por el kung fu (artes marciales) (habilidad) y el chi kung (arte de respirar y de sanación) (trabajo interno o kung fu interno).
Los estilos más practicados son el Yang, el chen, el Wu, y el Sun, pero en China hay muchos otros y antiguamente describían simplemente el nombre de la familia que los practicaba, es decir Yang, chen, Wu, Sun son solo apellidos. El estilo chen es uno de los más antiguos y se cree que fue el primer estilo de Tai chi chuan que existió, derivándose de él todos los demás. Sin embargo el estilo Yang es uno de los más practicados hoy en día en todo el mundo.
Una de las primeras cosas que se aprenden en una clase de Tai chi, es a diferenciar entre las dos energías, yin y yang, para encontrar el punto más armónico posible entre ambos. Todas las exageraciones nos llevan al desequilibrio, ya sea emocional o físico; si apoyamos el peso de nuestro cuerpo demasiado hacia adelante, podríamos perder el equilibrio, si ponemos demasiado peso hacia atrás, nos podrían empujar con facilidad. Se busca un estado relajado pero no flojo, alerta pero no tenso.

Una persona que se decida a practicar Tai chi aprenderá cómo respirar mejor y meditar, cómo mantener una posición centrada de su cuerpo que le permita estar activo y ahorrar energía al mismo tiempo y aprenderá también ciertas partes del arte de la defensa personal. Se podría definir resumiéndolo en tres pilares: se practica como arte marcial, como meditación y como ejercicio de sanación.
La forma de Tai chi chuan (esos movimientos tan lentos en la plaza o el parque) no es ni más ni menos que la base que nos va a guiar durante todo el aprendizaje en los diferentes niveles, sin una buena base no se puede construir nada estable. De ahí la importancia de aprender correctamente la forma de Tai chi chuan.
Los nombres de las posturas del Tai chi chuan son a veces muy filosóficas y expresivas como "La Grulla levanta su ala", "Abrazar la Luna", "El Tigre regresa a la montaña", otras veces sin embargo solo prácticas como "Paso hacia adelante y golpear con el puño", "Empujar", "Desviar", "Presionar".
Una vez aprendida toda la tabla, se aprende el significado de sus movimientos uno a uno. A esto se le llama aprender las aplicaciones de la forma, pues no se trata de solamente realizar los movimientos en el aire sino de saber qué significan y cómo se emplean en una situación más espontánea como puede ser una situación de defensa personal o, como habeces digo, "también nos ayuda para servir una taza de té o un café, abrir una puerta, levantar un peso correctamente sin dañarnos la espalda, empujar un mueble de una habitación a otra con el menor esfuerzo posible" es decir, en situaciones muy cotidianas.
Luego están los ejercicios que se practican con un compañero que se llaman: empuje de manos (tui Shou) y el combate (san Shou).
En el empuje de manos se aprende la habilidad de escuchar los movimientos del compañero para captar su intención y reaccionar antes o en el momento justo de que nos ataque o empuje. Esto requiere un alto grado de sensibilidad y concentración mental y tiene unos beneficios sobre la percepción de nuestro propio cuerpo y nuestros pensamientos, así como del tiempo y el espacio.
El combate, es la parte que más tiene que ver con la defensa personal pues su práctica es ya más realista y rápida, utilizándose las técnicas aprendidas en la forma de Tai chi chuan y en el empuje de manos. Aquí se aprende a reaccionar espontáneamente ante cualquier situación.

También hay disciplinas tradicionales de Tai chi chuan con armas como la espada, el sable, el abanico y el palo. Estas formas se aprenden después de tener una base en el Tai chi chuan y son muy recomendables para entender la dinámica de movimientos más rápidos aplicándolos al utilizar un objeto; se trata de ser una unidad con el arma y armonizar con ella.
Un buen entrenamiento de Tai chi chuan debe dedicarse tanto a aprender las formas en solitario, como a aprender los ejercicios con un compañero, que es como se suele hacer en China, su país de origen. El Tai chi chuan es un arte muy profundo y variado. Tanto como disciplina espiritual, ejercicio de sanación y como arte marcial, sin ser más importante una cosa que la otra, por eso hay que impregnarse de las tres para llegar a entender el todo.
Quizás uno de los cambios más observados en practicantes de Tai chi, es que se suelen volver más atentos y que desarrollan una manera de entender la vida más pacífica, no se sobresaltan ni actúan exageradamente. Pero lo más valioso es que el Tai chi es un método taoísta que trata de enseñarnos a descubrir el camino hacia el Maestro interior que cada uno lleva dentro de sí mismo, para notar los beneficios del Tai chi, se debe ser receptivo y estar en armonía con la naturaleza.

¿Qué beneficios nos aporta el Tai chi?

El Tai chi chuan nos da una base, a partir de la cual desarrollamos una estructura interna, tanto en el ámbito físico como en el mental. Ya que existe una interacción tan grande entre estos dos aspectos, el resultado de la práctica del Tai chi, es que nos lleva a hacer reflexiones que pueden llegar a obsequiarnos con conocimientos muy profundos sobre nuestro ser en el plano intelectual, filosófico y espiritual, pero también al mismo tiempo en el muy concreto y practico como pueden ser las tares diarias, el trabajo, la salud y el bienestar, o ayudándonos a enfocar las situaciones conflictivas de otra manera más relajada.
Un amigo chino experto en artes marciales siempre me decía: "de todas las artes marciales, el Tai chi chuan es la que más me gusta porque también me ayuda a pensar."
Yo siempre he interpretado que quería decir que para practicar el Tai chi chuan, no solo hay que hacer unos movimientos a cámara lenta como si fuéramos sonámbulos o aprender unas técnicas de defensa personal y un par de trucos de artes marciales, sino que hay que recapacitar y meditar sobre ellos, que se trata de "un arte marcial inteligente".


Cuando alguien me pregunta por los "resultados" del Tai chi chuan a corto plazo, es decir, cuánto tiempo se necesita para "aprenderlo", o cuánto tiempo tarda en desaparecer un problema de tensión en los hombros o la espalda, mi respuesta suele ser que el Tai chi no es una aspirina sino una forma de vida.
Es como regar una planta, y es de todos los días y dedicarle atención para que crezca sana y fuerte.
Tenemos que tener claro, que los problemas cotidianos que nos surgen a los habitantes de esta sociedad moderna de ritmo vertiginoso, no vamos a solucionarlos en una clase de una hora y media de Tai chi, ni tampoco en una semana o dos, sino que al principio lo más conveniente es estar abiertos a las experiencias que nos vaya aportando el entrenamiento, sin esperar nada concreto. Uno de los problemas es querer obtener la iluminación en un taller de fin de semana por cien pesos. Siento defraudar a las personas que vienen a mis cursos con esta idea, pero me gusta que sepan desde el principio que el Tai chi nos enseña a poner los pies en la tierra.
Por eso, antes de entrar en una sala de entrenamiento, o donde lo vayamos a practicar, lo mejor es dejar todos nuestros problemas y expectativas fuera antes de entrar por la puerta, por respeto hacia los demás, para no molestar a nadie con nuestras quejas, pensamientos o estado de ánimo, lo mismo que podríamos dejar los zapatos en la entrada para no ensuciar el suelo de toda la casa. (Esto es un ritual en los países asiáticos).
Lo que sí puede sernos útil en la vida diaria de aprender el Tai chi, es ser más conscientes, estar más centrados y concentrados, mas alerta de manera que aprovechemos todo lo que aprendamos durante las fases de entrenamiento, en las clases o talleres de Tai chi chuan y lo apliquemos luego lo mejor que podamos adaptándolo a la situación concreta.
El Tai chi nos enseña a mantener una postura enraizada, firme y relajada al mismo tiempo, a utilizar nuestro cuerpo de la manera más económica y en lo posible efectiva, durante las actividades diarias y como arte de defensa personal, no solo durante el entrenamiento.
Cuanto más relajados estemos, mejor podremos adaptarnos a la situación que nos cree un contratiempo. En el empuje de manos, el estar lo más relajado posible, nos ayuda a escuchar y prever los movimientos de la persona que está intentando empujarnos, pudiendo antecedernos a su acción, antes de que sea demasiado tarde.

                                                                             
                                                                                                                Lan Shen Ho
                                                                                                               Tai Chi Chuan