1/25/2011

Filosofia del Tai Chi Chuan



Son muchas las cosas bellas que podemos Observar y contemplar en un viaje, pero si nuestra mente esta perturbada como podremos recibir al nuevo dia, como haremos para poner a tono nuestro cuerpo con la respiración y la mente, a través de una gimnasia milenaria como Tai-Chi-Chuan. De todos los tesoros que puede poseer el ser humano son los de paz y salud los más valiosos, el inconstante cambio entre Yin y Yang proporciona al practicante de Tai-Chi-Chuan, paz y salud. A través del movimiento genera Yang, cuando su actividad alcanza el límite, hay tranquilidad, a través de esa tranquilidad (el gran último) genera Yin y cuando surge el límite empieza otra vez.
Así, movimiento y tranquilidad se alternan y cada uno es el origen del otro dando nacimiento a la distinción de Yin y Yang y las dos formas así son establecidas. El practicante de Tai-Chi, encuentra paz porque trabaja en calma en la quietud, sin prisa ni apuros, desarrolla constancia y desapego porque no persigue un fin, no busca el fruto de la acción y en la meditación en movimiento el llega a unir sus energías a las del universo, encontrando en ello una renovación del cuerpo, mente y espíritu.
Con práctica diaria de los mismos movimientos se consigue el maravilloso secreto de descubrir (novedad) en la repetición, lo desconocido en lo conocido y lo eterno en lo efímero. Las practicas y continuos pasos de Tai-chi-chuan, sirven para favorecer y fortalecer el cuerpo, y la mente, aumenta la flexibilidad y la fuerza de músculos y tendones, condicionan los órganos internos, ayuda a disminuir la presión arterial, previene enfermedades cardiovasculares, dolores crónicos, arteriosclerosis, alteraciones respiratorias.
Los ejercicios y deportes se limitan solamente a los años de nuestra juventud (a menudo) claro esta y mientras más avanzamos en edad más sedentaria se tornan nuestros días, quizás se deba a que a nivel popular no hemos llegado a comprender los grandes beneficios que conlleva la práctica diaria y continua de hacer ejercicios, también se deba a que los ejercicios y deportes que durante nuestra juventud asíamos, no puedan ser practicados muy fácilmente a medida que pasa el tiempo.
Tanto el Tai-chi como el qi gong, son ejercicios que por su simplicidad pueden subsanar estas faltas y proporcionar los tesoros de paz y salud a lo largo de toda una vida, se podría decir que aquel que practicase Tai-chi-chuan regularmente, conseguiría la flexibilidad de un niño, la fuerza de un leñador y la tranquilidad mental de sabio.
Al igual que el Tai-chi, el qi gong es una secuencia de movimientos donde la mente, el cuerpo y el espíritu se unen armoniosamente, este arte denominado por los chinos como tesoro nacional. No se puede uno olvidar que el Tai-chi-chuan o también llamado “el gran ultimo puño” fue concebido originalmente como un arte marcial de increíble poder para la aplicación de mantener el cuerpo sano, y en buen estado de salud, consecuentemente se lo aplico a la defensa personal sin dejar de lados los fundamentos y principios del Yin y Yang donde lo blando vence a lo duro. No dejo de admirar cómo la cultura china, mirándola desde aquí, ha sido capaz de desarrollar un sistema de equilibrio personal como es el Chi Kung o Qi Gong.
Este sistema vigente y desarrollado desde hace tres mil años, hace del Chi Kung una filosofía y una herramienta de equilibrio y salud única, tan llena de contenido.
Practicando Chi Kung nos damos cuenta de la directa relación existente entre nuestras emociones y nuestro cuerpo físico, entre nosotros y la naturaleza, entre el fluir del chi y nuestra salud, buscamos un estado natural de nuestro ser, relajando la mente y unificándonos con el universo, dejamos simplemente que se haga en nosotros aquello a cuya finalidad debemos nuestra existencia.
Descubrimos una forma de mantenernos sanos que no implica el deporte como lo conocemos en occidente, esfuerzo y superación, gasto de energía y logro de metas, al contrario, practicando Chi Kung, generamos energía y fortalecemos el cuerpo mediante la relajación y la calma.
Desde un punto de vista cultural, parece que no tiene nada en común con nosotros, pero desde el aspecto humano podemos comprobar que tiene mucho que ver.
En primer lugar, si se entiende como una vía o camino de desarrollo personal, es de una gran ayuda para quien sintonice con este arte, puesto que como cualquier otra vía, nos conducirá a nuestro interior si se hace honestamente y con sinceridad. Si se practica cada dia, uno va descubriendo y aceptando sus propias torpezas, que sería como disolverlas y trascenderlas, el desarrollo de la práctica del Tai-chi-chuan es el de la paciencia (no hay que tener prisa) puesto que aprendemos a movernos sin tiempo, sin preocuparnos de la hora, poniendo énfasis en la tranquilidad, la suavidad y el equilibrio, en resumida cuentas la armonía.
Nos enseña a no precipitarnos y a tomarnos las cosas con más calma, a gozar de lo que sucede y dilucidarlas de una manera sencilla y única, con la práctica nuestra mente se vuelve más lúcida y silenciosa a la vez, desarrolla un buen apoyo en los pies y de este modo nuestro equilibrio físico mejora y también la estabilidad mental, en lo terapéutico todo mejora, el organismo funciona generalmente de un modo más adecuado, se regula la digestión y la presión sanguínea, un medio preventivo contra enfermedades coronarias y del sistema nervioso y de gran ayuda para prevenir las enfermedades Oseas. La búsqueda espiritual del ser humano no es otra cosa que el retorno al centro y esto se convierte en el regreso a nuestra casa, este es nuestro lugar el centro cósmico no un sitio físico sino una actitud mental un estado natural del ser, en este punto el ser humano se encuentra, y ya no hay dualidad en el, pues la visión va mas allá del tiempo y el espacio, es eterna la reconciliación de los opuestos es la quintaesencia de los alquimistas, de allí donde se expresa la inteligencia y surge la intuicion.