Deja que su fuerza llegue al máximo, así estará agotado, cuando su fuerza este vacía podrás dejarlo caer o podrás desplazarlo a tu antojo si lo deseas, debes conservar tu equilibrio y así no dar oportunidad a que tome ventaja tu oponente.
Un verdadero guerrero nunca sacrifica a sus amigos para derrotar al adversario, por lo tanto, debe aprender a detectar y resolver los problemas antes de que se manifiesten.
La mejor manera de enfrentar al oponente es convencerlo de la inutilidad de sus actos, el guerrero muestra que su objetivo no es destruir nada, sino construir su propia vida, quien camina hacia sus sueños busca la armonía y el entendimiento por encima de todas las cosas, y no le importara explicar mil veces lo que desea, aunque no sea escuchado ni comprendido por los demás.
No deberá quedarse aferrado a los problemas que tiene por delante en su camino, pues acabaran por hipnotizarlo y bloqueándolo para la acción, tampoco debe estar concentrado demasiado en sus propias cualidades, dado que ellas se le concedieron para que las aplicara, no para exhibirlas.
La fuerza de un hombre no radica en el coraje de atacar, sino el la capacidad de resistir los ataques, por consiguiente deberá prepararse con la meditación, ejercicios, y una profunda conciencia de su propósito, para aguantar firme y continuar en el camino, por mucho que todos a sus alrededor intenten separarlo de su objetivo.
Si en el corazón es lo suficientemente grande, lograra aceptar a todos aquellos que se oponen a su destino, y una ves lo allá aceptado con amor sera capaz de anular la fuerza negativa que portan sus oponentes.
Cuando sienta que su oponente se le acerca, aproxímese y dígale las palabras justas, si persiste en en su agresividad, no acepte la confrontación a no ser que vaya a servir para algún propósito mas elevado, y si ha de luchar utilice la fuerza del oponente y no gaste su fuerza y energía.
Hay que saber reconocer el momento adecuado para usar cada una de las cuatro cualidades que la naturaleza nos enseña, dependiendo siempre de las circunstancias que le toque vivir, sea duro como un diamante, flexible como una pluma, generoso como el agua, y vació como el aire.
Si el origen del problema es el fuego, de nada servirá contrarrestarlo con fuego, así aumentara el fuego, en este caso tan solo el agua lograra combatir el problema.
Nunca un problema podrá enseñarle ha reaccionar ante el, tan solo uno mismo tiene esa capacidad y poder.
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